Hola

Acompaño a mujeres que desean emprender en el ámbito del bienestar y crear ingresos propios a través de un modelo de negocio flexible, ético y sin riesgo, que se adapte a su momento vital y no al revés.

Mi vida es nómada, mi trabajo no entiende de fronteras y mi propósito es claro: inspirar a otras mujeres para que recuperen su libertad personal, financiera y vital.

Mi formación universitaria se desarrolló en las Ciencias de la Comunicación y mi Master en la Dirección Comercial (EADA)

Mi camino profesional comenzó en el mundo corporativo. Durante años trabajé para terceros como directora de marketing y directora comercial en empresas del sector de la cosmética y el bienestar. Aprendí mucho… pero también entendí que ese no era el lugar donde quería quedarme.

Un proceso personal de salud me llevó a replantearlo todo. La nutrición y la cocina saludables fueron clave para recuperar mi equilibrio, y de ahí nació una nueva vocación: divulgar una forma de vivir más consciente y alineada con el cuerpo. Me formé como técnica en dietética y nutrición y más tarde como coach de salud, completando un Máster en PNL en el Institut Gestalt de Barcelona.

Durante más de 10 años emprendí en el sector del bienestar, probando, cayendo, aprendiendo y creciendo. Hasta que encontré, por fin, un modelo que integraba todo lo que para mí es esencial: salud, propósito, libertad personal y libertad financiera. Ese modelo llegó a mi vida a través del network marketing de Ringana.

Hoy acompaño a mujeres que quieren emprender de mi mano para generar ingresos reales y sostenibles. Mujeres que desean diversificar su economía, crear un sueldo extra en paralelo a lo que ya hacen, o construir un negocio propio dentro del bienestar y la sostenibilidad, sin renunciar a su vida, a su ética ni a su salud.

No importa dónde estés ahora ni en qué punto vital te encuentres. Saber generar tu propio dinero —estés donde estés y tengas la edad que tengas— es un súper poder que se puede entrenar. Y cuando lo desarrollas, tus opciones se multiplican: ganas libertad para elegir, tranquilidad financiera y una profunda sensación de coherencia.

Porque sí: hay vida después de los 40, después de los 50… y siempre que nos atrevamos a reinventarnos. Yo lo hice a los 36, a los 44 y a los 50. Y lo volveré a hacer las veces que haga falta para ser fiel a mí misma y vivir alineada con quien soy.

Si sientes que ha llegado tu momento y quieres saber cómo puedo acompañarte a emprender como networker y mejorar tu relación con el dinero, estaré encantada de leerte aquí.